Te percibo mujer cálida de fragancias maternales,
con tu silencio y tu ruido no logro descifrar el contenido en tu interior
y te exploro como exploras a la naturaleza con pinzas y aparatos.
A ti mujer que en tu mapa conceptual
no hay mas que la teoría de "quien sabe",
a ti mujer que me haz enseñado un nuevo deber,
¿Cómo permitir que se marchite tu alegría?,
¿cómo deshacer el encanto de tu figura?,
Tan sencilla, tan sincera, tan entregada a tu ser,
nadie te ha pedido nada y sólo lo das todo,
sólo esperas, sólo esperas, el momento casi cerca.
Temes, lo sé, siento ese temor contigo;
no como tú pero si contigo,
aquí estoy, soy tu hombro, tu consuelo,
si lo quieres solo pídelo.
No permitas que se apague.
En tu corazón hay sangre de mujer fuerte,
en tu espíritu el valor de continuar,
es tu alma la que arde con la fuerza de la lucha,
es la razón que tienes para ser,
es parte de ti: lo sabes;
resiste solo un poco más.
No renuncies, no ahora; no decaigas
no te sientas débil:
débil el hombre que se atrevió a dejarte sola,
débil el hombre que se atrevió a dejarte sola,
el temor no debe vencer el deseo.
¡Quédate!, regresa con migo y con él,
ahora te necesitamos mas que a nadie,
él que será tu razón hoy y siempre,
él que te enseñara a crecer,
él que aprenderá el camino con tus pasos,
caminará contigo y de tu mano,
luego será el soporte de tu andar
y te dejará marchar con la misma madurez con la que ahora le das vida.
¡Un minuto mas, una vida mas!
y ahí esta:
Sus gritos son la primera forma de decirte gracias,
y sus ojos la luz que te guiará cuando ya no veas,
él te mira y te ama, igual que tú lo amas
¿lo dudas?
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