lunes, 31 de enero de 2011

...



En la oscura noche 
el aliento frío de su alma,
entre llanto,
rogó a mi alma un minuto mas.


Pero el tiempo se agotaba,
el amanecer estaba cerca,
 un nuevo día llegaría 
 su sombra desaparecería para siempre del cementerio de mis recuerdos.


Y su silencio ya no ensordecería mis pensamientos, 
su muerte ya no daría vida a las fantasías, 
su fantasía ya no haría parte de mis sueños, 
y mis sueños por fin volverían a hacerse realidad.

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