lunes, 31 de enero de 2011

Maldito vampiro egoísta y chupa sueños:

Mi dolor no se sacia con tu sufrimiento, 
mi dolor no se acaba con tu muerte:
muertos los sueños, las oportunidades, 
muerte a la vida que me diste.

... Y sigo sin entender
¿por qué?
¿Qué ganaste al final de todo?

Vampiro de mis sueños, 
¿cómo te atreviste a salir de tu penumbra para matarme?

Vampiro de ilusiones, de deseos,
vampiro de la sinceridad, de la ternura.

Succionaste con placer mi alma,
y luego te perdiste en tu tumba con ella.

Me sacaste del infierno para llevarme a la nada.

Y deshiciste de mi mente la imagen del cielo...

¿A dónde me llevarías? 
si ni siquiera existe lugar para ti ni tu miseria.


...



En la oscura noche 
el aliento frío de su alma,
entre llanto,
rogó a mi alma un minuto mas.


Pero el tiempo se agotaba,
el amanecer estaba cerca,
 un nuevo día llegaría 
 su sombra desaparecería para siempre del cementerio de mis recuerdos.


Y su silencio ya no ensordecería mis pensamientos, 
su muerte ya no daría vida a las fantasías, 
su fantasía ya no haría parte de mis sueños, 
y mis sueños por fin volverían a hacerse realidad.