lunes, 28 de mayo de 2012

Carta de una Amante herida

Querido Amor Mio:
No puedo alargar mas esta espera del momento preciso para decirte las palabras que hace mucho necesito exhortar...
A tu lado he aprendido a desconocer el futuro, a olvidar el pasado (a olvidar tu pasado) y a vivir este incierto presente junto a ti.
No quiero mentirte, no quiero ocultarte mi verdad, a ti he desplegado mi alma cual ave que abre sus alas y se tira al abismo a ese abismo que es tu cuerpo, el mismo cuerpo que ella tantas veces ha besado y descubierto desnudo en esta misma habitación.
No te miento, de nuevo te recuerdo que el haberte conocido fue casi una sublime experiencia: descubrir tu mundo, tu alma, descubrirte. ese delicioso "misterio" que siempre fue para mi, el hallar novedades en tus simples y superficiales, descifrables y predecibles actitudes...
Cada café, cada lugar, cada encuentro, aquellos sueños y los que realidad se hicieron... y también aquellos que no volverán...
Y es que... no fue un engaño tuyo sino mas bien el mio mismo, el que a pesar de conocerla, te ofrecí la libertad de herirme con su presencia...
Pero ahora, Amor amante mio, ahora que entiendo que en mi no pudiste encontrar eso que creías buscar y que te llevó a lanzarte a sus piernas, ahora que de nuevo en ti descubro el color de sus labios y el olor de su fragancia barata... decido amor mio que a pesar de los años y de aquella promesa que te hice, hoy me marcho de ti y te dejo partir de mi lado: ahí está la libertad que nunca aceptaste vivir a mi lado, ahora te dejo con ella y espero que tu infeliz destino algún día te lleve a comprender que podrías ser libre si no fueras tu mismo quien se ata a sus deseos.
Besos, tu ahora Ex-esposa

Cuento No 5

... Su voz muda, acallaba el sonido de sus pensamientos,
perdido en aquella ciudad rodeado de multitud , caía y perdía el control de su cordura.
La calle, esa era su perdición; solo tenia que salir de allí, pero ¿a dónde?, si a su alrededor no había nada.
De repente había perdido su lugar y no recordaba nada de su pasado tan presente...

-¿Daniel?, ¡Daniel aquí!- le gritó una voz al otro lado de la calle
Una joven mujer cruzo la calle, se acercó hasta el teléfono donde él se encontraba
-¿A quién llamas?
-¿ah? ¿cómo?- dijo él todavía ensordecido por su delirio
- que a quien llamas- dijo ella mirándolo con ternura
- a... casa...
-veo... bien, ¿vienes conmigo?
-¿eh?... ¿a dónde?... ehhh... si!- no la conocía, pero al parecer ella a él si y no había nada de malo en dejarse llevar hacia lo que no podía recordar...